Érase una vez un señor belga llamado Jean-Michel Martin que tenía un concesionario BMW.
Cuando BMW lanzó el M3 el Sr. Martin pensó que no era exactamente lo que le quería ofrecer a sus clientes, siempre buscando lo mejor para ellos este Sr. Martin.
Con lo cual cogió 20 BMW M3, les añadió el paquete competición y un sinfín de extras de BMW INDIVIDUAL, amén de otras de cosecha propia.
El resultado fue que 20 clientes del Sr. Martin tuvieron una vida más llena y feliz y el Sr. Martin, cuando deje este mundo, irá al cielo de los preparadores con elegancia, donde va a encontrar a Chip Foose.





Cuando BMW lanzó el M3 el Sr. Martin pensó que no era exactamente lo que le quería ofrecer a sus clientes, siempre buscando lo mejor para ellos este Sr. Martin.
Con lo cual cogió 20 BMW M3, les añadió el paquete competición y un sinfín de extras de BMW INDIVIDUAL, amén de otras de cosecha propia.
El resultado fue que 20 clientes del Sr. Martin tuvieron una vida más llena y feliz y el Sr. Martin, cuando deje este mundo, irá al cielo de los preparadores con elegancia, donde va a encontrar a Chip Foose.




